lunes, 26 de mayo de 2014

Por primera vez

  13 de julio, cuatro de la tarde, cinco amigos que se juntaron para tratar de ver algo que no vieron nunca en su vida, pero otros que son mas grandes en edad si lo vieron, es mas, dos veces lo vieron, es por eso que existe cierta envidia, de estos pibes hacia ellos, pero envidia sana y no me vengan a joder con que la envidia sana no existe, porque estos pibes de 18 años, sienten envidia pero no lo saben, sienten una bronca de no poder haber estado ahí, pero su bronca no es demostrada, solo vive en un remoto lugar de su cabeza, sin buscar hacerle daño a nadie. Estos pibes, que si esperas un rato mas los voy a empezar a describir, están a punto de ver a Argentina campeón del mundo! de solo escribirlo me agarró escalofríos, y lo mismo les pasa a estos pibes que están reunidos en una casa en floresta, mas precisamente a dos cuadras del olimpo, y en este momento me estoy poniendo a pensar, cuantos que hace no mucho tiempo, estaban ahí adentro siendo torturados, hubiesen podido ver lo que los pibes estaban por ver por primera vez, igual no creo que a esos pobres tipos, les importara mucho el mundial después de lo que paso en el 78´ ¿O si? ¿Seguirían enamorados del futbol, después de que mientras el país disfrutaba del primer campeonato del mundo, sin saberlo se les vendría la noche? sinceramente, no lo se.
  Pero volviendo a estos pibes, ilusionados con la copa que alguna vez levanto "el matador", y poco tiempo después "el diego", podrán ver una camiseta albiceleste levantando esa copa esta vez? Ojala.
  Bueno, de los pibes, todavía no dije nada, asique empecemos: son cinco, el dueño de la casa, esta sentado en un sillón en diagonal al tele, con respecto a este pibe, les tengo que contar que tiene una barba que se hace notar, que es bajista e hincha de River. En el otro sillón, que esta de frente al tele, están sentados tres mas, todos hinchas de diferentes clubes, de izquierda a derecha: Vélez, Boca e Independiente. Los dos de los extremos, fanáticos de sus equipos, al del medio no le importa mucho el futbol, pero Argentina es Argentina, y él, tiene el mismo nerviosismo que todos los otros. Por ultimo, atrás del sillón de en frente del tele, de pie, esta el quinto pibe, no es que esta de pie porque no hay lugar, sino porque, él ve los partidos parado, un poco por cábala y otro poco por que el revuelto de tripas que tiene en el estomago, no lo deja sentar, este pibe también es de diferente club que los otros, este es fanático de Rosario Central.
  Ahora tengo que empezar a relatar básicamente, lo que esta sucediendo en el partido, porque mientras yo me demore escribiendo estas líneas, van 25 del primer tiempo. Estamos en la final, contra Alemania, el partido va 0 a 0, y es bastante parejo, un tiro en el palo de Di María y eso es todo lo que paso en estos 30 minutos que transcurrieron. Si fuera un partido cualquiera, con estas mismas características, lo estaríamos calificando de "aburrido", pero como es la final del mundial, eso esta prohibido, todos lo saben pero nadie lo dice, hasta ahora el partido fue un embole. Pero "mache" tiene la pelota, dormida bajo la suela, en la mitad de la cancha, mete un tremendo zapatazo para que Higuain se la baje a MessiiiiiiiiiiiyyyyyyyyyyyyGoooooooooooooooool, estalla el país con ese gol, los pibes se abrazan y creen un poco mas en ver y ser participes de estar en su país que por primera vez todos estarán con una sonrisa.
  Se termino el primer tiempo, y esta por empezar el segundo, el marcador indica que la copa, la alegría, la tranquilidad por los próximos cuatro años es toda nuestra. Empieza el segundo tiempo, y ellos salen con todo, entran al área, patean de lejos y afortunadamente para nosotros, no entra en ninguna. Pero en un contraataque de ellos, quedamos mal parados y un alemán llega con la pelota dominada, la pulga bajando a toda velocidad, lo alcanza en el área, le mete un empujón, que el alemán exagera como si le hubiesen sacado el hombro de lugar. El escenario no podía ser peor, doble amarilla para Messi y penal para los alemanes, que encima, el pateador decide "picarla" y dejarla que cayera dormida en la red, para dejarnos con la vena afuera. Y como si fuera poco, nuestros relatores dándonos el partido por perdido, diciendo que sin la pulga ya no podíamos hacer nada, eso es lo que mas bronca te da de todo, en ese momento uno de los pibes grita: "CERRA EL CULO TITI FERNANDEZ Y LA PUTA QUE TE PARIO" porque este pibe, sabia y confiaba que teníamos muchísimos jugadores para ganarle a estos putos.
  El partido esta uno a uno, faltan 10 minutos y hay lateral para nosotros en tres cuartos de cancha, lo saca Marcos Rojo (que debe estar jugando el mundial, porque lo gano en las tapitas de Coca-Cola, porque sino no hay otra explicación) que se la pasa al "fideo" Di María que se la entrega a Lavezzi que le devuelve la pared a Angelito, que de espaldas, le tira un caño al defensor alemán que salió decidido a partirlo en dos y queda pagando, entrando al área le sale el arquero, dispuesto a saltar, porque sabe que se la va a picar, todos lo saben, incluso ya hay un defensor parado en la línea, esperando para rechazarla de aire. Pero Angelito, es un jugador distinto y solidario, y la levanta, dejando la pelota picar al lado de él y sucede lo que nadie previno, el "pocho" que venia corriendo de atrás, engancha esa pelota con fuerza y la clava al ángulo, es gol, es gol de argentina, faltan nueve para el final y vamos dos a uno, ya esta, los pibes gritando como locos, se miran y no pueden creer que están a punto de vivir algo que no conocen.
  Termina el partido, y los pibes abrazados, palmeándose la espalda, salen corriendo como locos, a toda velocidad hacia la calle y nadie sabe porque, pero toda la gente lo hace, salen de sus casas a abrazarse con el vecino, ese vecino que anda saber quien mierda es, pero es argentino!! igual que todos. Los pibes ya no se distinguen entre la multitud, son parte de ella, felices, cantando, saltando, van en cuero por la calle olivera, llegando a Rivadavia, hace 8 grados y ellos van en cuero, porque nadie siente que hace frio, y los pibes menos, ellos solo sienten una alegría inmensa, y no lo saben pero esa envidia que tenían hasta hace veinte minutos, desapareció cuando la pelota entro entre el travesaño y la línea de cal, desapareció cuando los alemanes veían a lavezzi pegarle con semejante violencia a esa pelota y desapareció, sobre todo, cuando los brasileros vieron como Argentina en su propia casa, levantaban la tan deseada copa por tercera vez en la historia, y para que estos 5 pibes lo vieran, por primera vez.